¿Os ha pasado alguna vez que veis algo en un escaparate y pensáis 'wooooow qué pasada'? Puede ser un objeto, una prenda de ropa, algo, no sé... lo que sea, pero la primera impresión que os lleváis es de que es algo sensacional. A mí me pasa mucho, he de decirlo. Hace unos días vi una lámpara hecha con telas que era una guapada en toda regla. Pero, al entrar dentro de la tienda y verla de cerca... zas! empecé a ver todos los fallos que tenía: el pegamento se veía por algunos sitios, malos retoques en las costuras, el casco donde poner la bombilla doblado, etc... Y, aunque te sigue gustando, ya no es esa genialidad que creías que era.
¿Qué por qué os cuento esto? Sencillo. Continuum es, desde mi punto de vista, el equivalente seriéfilo de esa lámpara de la que os hablaba antes. Soy bastante fan de las series canadienses. Suelen no decepcionarme porque, también hay que decirlo, no son muy ambiciosas y tienden a dar con creces todo aquello que prometen. No te decepcionarán porque no te habrán despertado falsas pretensiones. Son lo que ves, ni más ni menos. Es por ello que suele ser un placer seguirlas. Sin embargo, con Continuum nos encontramos con todo lo contrario. Es una apuesta importante por parte de Showcase y no es para menos. La premisa con la que se nos presenta hace que en todos nosotros se despierte una curiosidad y una expectación altísimas y eso, a la postre, puede resultar contraproducente.
¿Qué por qué os cuento esto? Sencillo. Continuum es, desde mi punto de vista, el equivalente seriéfilo de esa lámpara de la que os hablaba antes. Soy bastante fan de las series canadienses. Suelen no decepcionarme porque, también hay que decirlo, no son muy ambiciosas y tienden a dar con creces todo aquello que prometen. No te decepcionarán porque no te habrán despertado falsas pretensiones. Son lo que ves, ni más ni menos. Es por ello que suele ser un placer seguirlas. Sin embargo, con Continuum nos encontramos con todo lo contrario. Es una apuesta importante por parte de Showcase y no es para menos. La premisa con la que se nos presenta hace que en todos nosotros se despierte una curiosidad y una expectación altísimas y eso, a la postre, puede resultar contraproducente.

Como podéis comprobar, una gran carta de presentación, ¿no os parece? A partir de ella encontramos unos capítulos en los que vemos a Kiera aliarse a su compañero en la policía de Vancouver, Carlos Fonnegra, interpretado por Victor Webster, y a su inseparable interlocutor, el único que sabe que es del futuro (a parte de los de Liber 8), Alec Sadler, interpretado por Erik Knudsen, para terminar con las atrocidades que los integrantes de Liber 8 están cometiendo para, según ellos, 'cambiar el futuro'.
Os podría contar muchas más cosas de la serie pero entonces sí que entraría en spoilers, mientras que, hasta el momento, lo único que he hecho ha sido deciros más o menos de qué va la serie y qué os podéis encontrar en ella. Yo la comparaba con esa lámpara del principio porque, aunque el fondo es muy interesante, la forma de presentarlo es algo defectuosa. Tenemos una trama que lo mismo peca de muy lenta que de acelerada al máximo, tenemos unos personajes poco elaborados que muchas veces cuesta reconocer de qué palo van, tenemos una protagonista, desde mi punto de vista, muy, muy floja. Una actriz con muy poca capacidad para gesticular que parece más atrapada en resultar atractiva que en resultar eficiente en el papel que interpreta. No es la actriz para ese papel y su pareja, Victor Webster, hace un flaco favor a mejorar la situación. Son esas motitas de pegamento que antes encontrábamos en la lámpara. Lo que salva a esta serie, es que tiene una historia fuerte detrás, solo eso... y por poco o mal que nos la presenten, resulta muy interesante y atractiva, más si cabe con los tiempos que corren. Da qué pensar y hace reflexionar sobre muchos aspectos.
Que la trama mejora conforme pasan los capítulos, sí. Pero que cada vez te das más cuenta de que los actores son muy flojos, los casos muy disparatados, las conexiones muy malas, los diálogos muy patéticos, pues también. ¿Os la recomiendo? Pues sí para las tardes de verano... ahora bien, os advierto, no pongáis muy altas expectativas y así no saldréis tremendamente decepcionados.