
Mis antipatías hacia The CW son más que públicas -jamás perdonaré la no renovación de Gilmore Girls y la cancelación fatal de Veronica Mars-, sin embargo sí que me gusta, dígase también respeto, el hecho de que, como cadena, se defina hacia un tipo de público adolescente a la hora de realizar su programación. Cada uno tiene su apuesta, y esa es la suya para ganar audiencia. Ok. Pero,... cuando ya se riza el rizo y se empieza a experimentar con cosas raras, como es la venta de tu programación de los domingos a una compañía externa, en este caso MRC, la cosa se pone algo fea y uno se pregunta, como bien hace Kyra en Maybe Tomorrow, qué quién demonios está al cargo de la cadena y, amplío, qué tipo de droga consume para hacer las cosas que hace -como, por ejemplo, cancelar una consolidada, querida y con datos de audiencia razonables para The CW, Veronica Mars-.
Cuando se toman determinadas decisiones parece que las cadenas no se dan cuenta de las repercusiones que las mismas van a tener. Bueno sí, se fijan en la posible repercusión económica que tenga para la cadena, pero en poca cosa más. Easy Money y Valentine no son series que pudieran ser nominadas a los Emmy, tampoco hay que ponerse dramático y exagerado. Pero, a diferencia de lo que sus datos de audiencia demuestran -inferiores siempre al millón de espectadores-, son series bastante buenas. De hecho, en cualquier otra cadena podrían rozar buenos datos, incluso en The CW otro día, a otra hora y con otro panteamiento promocional, podrían haber entrado a formar parte del club de los 3 millones de espectadores o menos que forman series como Gossip Girl o One Tree Hill.
Pero no, en eso no se piensa cuando uno tiene una oferta económica para comprarte las tardes del domingo. No se percatan de ese daño colateral hecho a la industria de la televisión. Sí, me enoja un poco el asunto. Pues series que podrían dar mucho de sí, con las que podríamos haber disfrutado mucho, han tenido que cancelar su producción. Y todo, a diferencia de lo que mucha gente piensa, por un mal planteamiento.
Pues eso, que como os digo en el titular, el día elegido -domingo- para la emisión de estas series en un canal como The CW con bajísimas audiencias es todo un suicidio... Y, para más hinri, el momento destinado para ello, con el regreso de todas las series consolidades del año pasado y con excelentes datos de audiencia, tipo Desperate Housewives, Californication, Dexter o Brothers & Sisters, es todo un despropósito. Que estas series podían haber dado mucho de sí: Sin ninguna duda. Que podrían habernos entrentenido muchísimo e, incluso, haber tenido más temporadas: Incuestionable. Que los datos de audiencia podrían haber sido geniales: Toda una incógnita. Eso sí, que no volveremos a disfrutar, de momento, de ninguna de ellas: Toda una realidad.
Querida The CW, seguro que el mal karma te come por dentro al más puro estilo Earl, pues sufres en tus carnes verdaderos desastres de audiencias motivados muchas veces por cancelaciones pasadas que hirieron a mucha gente. ¿No querían mejorar las audiencias? Sus mejores series apenas pasan de los 4 millones de espectadores y, eso sí, en series consolidadas y en momentos álgidos, algunas que yo me sé aseguraban, en sus peores días, los 2 millones o más de media a la semana (Gilmore Girls y Veronica Mars). Creen haber hecho las cosas para mejor, pero la verdad es que hunden todo lo que tocan. Abran los ojos, no aspiren a cosas que no pueden conseguir, apuesten por lo seguro y consolidado y ya, si de paso, le dan un poquito de ahínco a la búsqueda de la calidad en detrimento de la cantidad, puede que al final del camino vean esa luz que ilumina a otras cadenas de televisión como CBS, ABC o Fox.
Dicho queda.