Navidades cargadas de calidad: <i>Deadwood</i>

Mi navidad ha estado cargada de muchas cosas: melancolía y tristeza por los que no están, atracones de comida y dulces, pero sobre todo, una enorme cantidad de horas dedicadas a mis queridas series, cuya elección para estas fiestas me ha reportado una enorme satisfacción. Muchas han sido las series vistas pero, con diferencia, si he de quedarme con alguna no sabría elegir entre Sons of Anarchy (2ª Temporada) y Deadwood. Hoy os voy a hablar de Deadwood pues creo que es imprescindible para cualquier seriéfilo/a que se precie.

Siempre había leído buenísimas críticas sobre esta serie pero, apelando a mi prejuicio sobre determinados temas, nunca me había llamado la atención. Pero, como ya me demonstré a mí misma que ser prejuiciosa me privaba de ver muchas obras de arte, como cuando no quería ver Battlestar Galactica por ser ciencia ficción y luego resultó ser de mis series favoritas, dejé mis ideas preconcebidas sobre lo que iba a ver y me lancé de lleno al mundo de Deadwood.

Una serie del oeste, un western al más puro estilo de las películas de Clint Eastwood que siempre veía con mi padre y que me terminaron cansando. No, una serie del oeste no podría llegar a gustarme... Pero qué equivocada que estaba. Es una de las mejores y más verídicas recreaciones del oeste, una visión realista y dura, alejada de otras versiones televisivas del género.

Deadwood nos cuenta la historia de un campamento con el mismo nombre, una ciudad sin ley que todavía no está anexionada a los nuevos Estados Unidos pero que busca constantemente pertencer a algún estado, especialmente al de Montana. En ella encontramos, como no podía ser de otra forma, todos los ingredientes habituales en este tipo de género: los colonos buscadores de oro, los tiroteos, los burdeles, las cartas o más concretamente el póker, el sheriff, los tipos duros, etc.. Todo ello ambientado con un realismo más habitual de una gran producción de cine que de una serie de televisión.

La historia, que se basa no sólo en personajes que de verdad existieron en dicho territorio, sino en leyendas y tradiciones del mismo, nos narra un mundo de violencia, donde sólo prevalecen los más duros. Pero en ella también hay espacio para la moralidad -sí, la moralidad en un lugar sin ley-, el honor, el amor, la amistad, el respeto, el odio, etc, etc... de ella nacen una cantidad enorme de reflexiones y nos acerca de una manera poco usual al mundo de oeste. Te hace querer al far west.

Los personajes están especialmente caracterizados y la actuación de los actores roza la perfección. Especial interés despertaron en mí Al Swearengen, interpretado por Ian McShane, el tipo duro, no tan duro, que parece el padre de todos y el que maneja el cotarro, el auténtico capo del oeste, el líder, para mí el protagonista total de la serie, nadie le hace sombra. Calamity Jane, interpretada por Robin Weigert, un personaje al que se le coge enorme cariño y que no para de sorprender, aunque a la larga no sea tan determinante como prometía, y Trixie, prostituta a la que da vida Paula Malcomson y que es el personaje femenino con más fuerza y determinación de toda la fucking serie -es capaz de decir la palabra fucking en cada fucking frase-. Totalmente incorregible pero todo corazón. Mención especial le podríamos dar a los personajes de Star (John Hawkes), al Sheriff Bullock (Timolthy Olyphant), a Charlie Utter (Dayton Callie) o al propio Doc (Brad Dourif), pero creo que el mejor es Al, con diferencia.

Creada por David Milch y emitida durante 3 temporadas por HBO, esta serie ha obtenido excelentísimas críticas tanto de expertos como de público, y ha sido objeto de numerosos premios.

Deadwood es una joya de enorme calidad que no podéis dejar de ver. Además, es de esas series de 13 capítulos o 12, ahora no recuerdo, que puedes ver en un abrir y cerrar de ojos. Engancha y no la sueltas hasta ver que ocurre al final. La única pega es que inesperadamente fue suspendida por la HBO debido al altísimo coste de su producción y eso nos privó de un final como Dios manda, aunque se quedan algunas tramas abiertas, se puede decir que el final no está mal del todo.

Lo dicho, recomendable al 100%.